‘Cargo’: el lado más dramático del apocalipsis zombie

Si hay una temática que se ha explorado durante la última década esa es, sin lugar a dudas, el género del apocalipsis zombie. Ilustrado en series como The Walking Dead o películas como REC, los zombies inundan nuestras pantallas y libros, ambientados en un panorama o futuro apocalíptico en el que no hay salvación para los hombres. El origen de este escenario varía, pero la finalidad es la misma: ha llegado el fin del mundo y los hombres no están preparados para él. Pero, ¿hemos tenido suficiente del manido tema de los apocalipsis? Netflix viene a quitarnos esta idea de la cabeza estrenando Cargo, su última película.
Protagonizada por el famoso Martin Freeman (El Hobbit, Sherlock), nos trasladamos a Australia, concretamente a un barco que surca sus ríos en busca de un lugar seguro. Andy vive junto a su mujer y su bebé, aislados de la tierra, buscando un lugar en el que estar seguros. Porque el mundo ya no es el mismo, sino que ha sufrido una extraña plaga que azota la tierra. No sabemos su origen, pero los síntomas sacuden el mundo entero. Tras el mordisco de un contaminado, tienes tan solo 48 horas para poner en orden tus cosas. Tras eso, empieza la conversión. A la felicidad de una familia que intenta sobrevivir ante el fin del mundo, un gesto romántico los lleva a su perdición. Vómitos, mareos, extrañas segregaciones y finalmente, la fascinación por la sangre y carne humana.
Sobria, seria e incluso enternecedora. Ben Howling y Yolanda Ramke le dan una vuelta de tuerca a un género ya manido. Un padre debe enfrentarse a mil penurias para salvar a su familia, en un terreno desconocido lleno de peligros y zombies. Analizamos no solo el miedo a morir, sino el miedo a sobrevivir en un mundo que se acaba. Observamos aquellos que tienen esperanzas y aquellos que ya la han perdido.
Por otro lado, se explora la cultura aborigen, observando una perspectiva diferente del mal que azota la tierra. Resulta una auténtica novedad esta perspectiva, que nos descubre un mundo más espiritual. No busques el lado más terrible y el suspense. Se trata de una revisión más profunda emocional. Un film sin pretensiones que nos quiere explorar la psique de un padre que se enfrenta al fin del mundo.
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