‘Sarah plays a werewolf’: la laberíntica mente de una adolescente

Desde el comienzo, Sarah no se muestra como una chica normal adolescente. La mentira se cuela en cada frase, el interés por lo macabro inunda sus pensamientos y su incapacidad por establecer un lazo social con alguien la hace apenas accesible. Las clases de interpretación son una especie de aliciente a sacar ese lado oculto, pero no logra conectar con los que le rodean. Hipersensible y a la vez fría, la incapacidad de comprender su mente nos arroja a una historia compleja, a la vida de una chica que no encuentra salida a sus ideas y que, al no encontrar quien la entienda, las quema y arroja para que no queden prueba de sus palabras.
Su familia no es consuelo, sino una excentricidad en sí misma. Ignorada por su madre e influida por su padre, la única amistad fiel que tiene, su hermano, está demasiado lejos de ella como para encontrar consuelo. El suicidio le suena atractivo. Las torturas, el dolor, el final placentero tras la soledad. Sarah no es una más que una joven incomprendida que no es escuchada. Nadie repara a escuchar qué es lo que necesita o qué le ocurre en realidad. Puede que ni siquiera el espectador porque, al final, resulta complejo discernir entre llamada de atención o su verdadero dolor.
Katharyna Wiss nos muestra su primera película, un film muy emocional que impacta en la mente del espectador, creando disgusto, empatía y rechazo. Retrata el dolor y la angustia de la adolescencia llevaba al extremo, desarrollando una historia difícil y tensa a la vez que hipnotizante. Ya sintamos aprecio por la protagonista o no, en ningún momento podremos apartar la mirada de sus actos, esperando un nuevo paso en falso o un acto desenfrenado que la acerque a la locura. La importancia de la poética romántica y de la música son palpables a lo largo de la película, sobre todo a través de las tragedias. La ópera parece ese grito de socorro que es incapaz de emitir Sarah.
Tras su paso por la Semana de la Crítica del Festival de Venecia y el Festival de Cine Europeo de Sevilla, ‘Sarah plays a werewolf’ llega al Festival Atlántida de Filmin pisando fuerte, a través de un drama lleno de emociones que no dejará indiferente a nadie.
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