‘Spiderman, un nuevo universo’: Empecemos de nuevo, otra vez…

Cuando comenzaron las nominaciones a los pasados Globos de Oro, todos creíamos que el premio a mejor película de animación estaba claro. Los Increíbles 2 había sido la gran apuesta de Disney y había arrasado tras años de espera, trayéndonos de vuelta a un impresionante bebé que acaparó la atención de todas las miradas. Pero, pronto, la sorpresa saltaba: la crítica comenzaba a elogiar una película de Marvel, adaptando al ojito derecho de la factoría y trayéndonos una nueva historia de Spiderman. Pronto, los votos viraban en dirección a la sorpresa del mundo del cómic que, finalmente se alzó con la victoria en una de las grandes noches del cine y la televisión. Y sí, se merecía su aplauso y su galardón.
Todo halago que le hagamos a esta película es poco. Es un auténtico espectáculo audiovisual lleno de efectos, con una calidad que se asemeja a la realidad y un guion tan bien hilado que se te hace corto. Nuestro amigo y vecino Spiderman vuelve a rescatar al mundo y lo hace por todo lo alto, trayéndonos de vuelta la esencia del cómic de Stan Lee, dándole al personaje comicidad, ingenio y mucha humanidad. No, no es el típico pardillo listo que nos traen las películas de Sam Raimi. Bien es cierto que Marvel ha intentado en numerosas ocasiones traernos a Spiderman al cine, ya sea interpretado por Tobey Maguire, Andrew Garfield o ahora con el joven Tom Holland, que sumó al personaje al mundo de los Vengadores. Sin embargo, el golpe maestro lo ha dado en animación.
‘Spiderman: un nuevo universo» te invita a que te sientes y disfrutes de todo el metraje, aderezado con giros de trama, efectos especiales, guiños a la historia del cómic e incluso a la cultura pop. Es un amigo que acompañado al fan durante años y él lo sabe. La picadura de una araña radiactiva no es una novedad para aquel que ve la película y Spiderman es consciente de ello, pero te repasa su historia de manera fugaz antes de presentarte su nueva misión: salvar al mundo de un terrible enemigo que pretende acechar otras dimensiones en busca de algo que ha perdido. Nos sumerge así en una ambiciosa y compleja trama perfectamente resuelta, un difícil reto que tenían sus directores Peter Ramsey, Bob Persichetti y Rodney Rothman.
Nos hace reír y nos lanza un dardo al corazón, buscando el recuerdo, el cariño que sentimos por un superhéroe tan divertido, complejo y humano como Spiderman. Hasta la animación nos recuerda al cómic, asombrándonos con cada fotograma, que nos hace lanzar suspiros de admiración. Es un homenaje a la obra de Stan Lee mezclando el humor y el ingenio tan propios del autor. Mientras que los adultos buscaremos con ansias a Peter Parker, las nuevas generaciones enfocarán su mirada en Miles Morales, un nuevo giro de tuerca a la historia. Y bueno, siempre podremos echarnos unas carcajadas con Peter Porker (SpiderHam).
Es un lujo para el espectador y los amantes de Stan Lee, quien les deja un último mensaje a sus seguidores: Cualquiera puede ser un superhéroe, cualquiera puede ser Spiderman. Siempre que se haga una acción desinteresada en busca del bien, ahí está el verdadero héroe. Gracias, Stan. ¡Excelsior!
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