‘Campeones’: inclusión y superación para concienciarnos a todos

Javier Fesser debe estar contento, no solo por hacer un relato emotivo y diferente que ha arrasado en taquilla y fue seleccionada para representar a España como mejor película extranjera en los Premios Oscar. Debe estar feliz porque Campeones ha conseguido el premio a la mejor película, así como Jesús Vidal se llevó el galardón a mejor actor revelación. Y no es que la película no se merezca este reconocimiento, que por supuesto que sí, es lo que supone para el mundo audiovisual y para nuestra sociedad.

En un mundo lleno de prejuicios, Fesser ha creado un relato encantador que nos habla de igualdad e inclusión, normalizar las diferencias y valorar a cada uno por sus características. Todo a través de una premisa simple. Marco (Javier Gutiérrez), entrenador profesional de baloncesto, debe cumplir horas de servicio a la comunidad para cumplir una sanción, y la jueza ha decidido darle un castigo ejemplar: deberá entrenar a un equipo de chicos con discapacidad intelectual. Lo que al principio es un castigo, se irá convirtiendo en una lección de vida, un cambio de perspectiva vital que le hará darse cuenta de cuán equivocado estaba.

No, no es un relato conmovedor y cómico más, es una película que ha conseguido exponer un problema a la sociedad y está intentando curar los prejuicios de todos. Nos habla de superación, nos habla de inclusión, nos habla de diversidad. Es el comienzo de un largo camino hacia la igualdad de oportunidades y, sobre todo, la normalización. Es tierna, nos hace reír y nos hace llorar. Javier Fesser ha dado en el clavo y ha conseguido montar un film que es una joya llena de emociones. Nos hace ver lo maravilloso del ser humano.

Tiene mérito este rodaje, que cuenta con actores con deficiencia intelectual, que han conseguido exponernos una realidad y nos han trasmitido una simpatía que hace de esta película un verdadero festival de sonrisas y lágrimas. Son capaces de todos y nos hacen sentir capaces de cualquier cosa. «Jugamos para ganar, no para humillar». Y sí, ganaron. Son unos campeones.