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Unbreakable Kimmy Schmidt: females are strong as hell!

La serie de Tina Fey llegó a su fin, poniéndole el broche a una de las primeras comedias de la plataforma, que consiguió captar la atención de la crítica. Cuatro mujeres ocultas durante años en un búnker, secuestradas por un fanático líder de una secta que anunciaba el fin del mundo. Y mientras las jóvenes vivían el engaño, el reverendo reía y disfrutaba de su poder. Nuestra protagonista, Kimmy, solo era una niña cuando llegó a aquel extraño lugar oculto bajo tierra, saliendo de él siendo una adulta con un espíritu infantil. Intentando luchar contra el tiempo perdido y su traumático pasado, Kimmy divaga por Nueva York en busca de su lugar en el mundo. Por que, ¿en qué quiere convertirse? ¿Quién es realmente Kimmy Schmidt?

Cuatro temporadas han conformado la historia de nuestra protagonista que, junto a sus amigos Titus, Lillian y Jacqueline, ha ido madurando con el paso del tiempo, enfrentándose a sus miedos y aceptando quién es realmente. Desde aceptar que jamás podremos volver atrás, a luchar por los sueños, hasta ser autosuficientes. Nuestros protagonistas han crecido y, aunque aún deben aprender a vivir día a día, se han alejado de esas viejas personas que eran y han evolucionado. Y mientras los días pasan, las risas están aseguradas con el paso de los capítulos.

Tina Fey, la autora de la exitosa 30 Rock, tuvo la gran suerte de toparse con Netflix para ver su serie crecer, un concepto complejo al que las cadenas privadas estadounidenses no le habrían dado una oportunidad en su emisión. Ha conseguido hablarnos de cultura popular, de los 90 y mucho surrealismo. El continuo enlazamiento de gags la convierten en una serie muy especial, aliñada con la ridiculez de muchas de las situaciones del día a día. Y, sobre todo, el hablarnos del trauma de Kimmy, nos ayuda a conocer la profundidad de las secuelas de una vivencia tan dura como esa. Y aunque superemos cada miedo, siempre quedan cicatrices. Y aunque sea una niña en su interior, es la más grande de las heroínas. Y que sería de ella sin sus compañeros de camino, quienes habían perdido el rumbo y han vuelto a encontrarse.

Ha sido un emotivo final, fácil y feliz, más que agradable y satisfecha para una serie que ya no daba para más. Siempre nos quedará el gran Titus para echarnos unas risas, con sus desastrosas meteduras de pata y sus canciones. Y Kimmy, cuya mentalidad naif le da un poquito de pureza e inocencia a esta sociedad cada vez más deshumanizada de emociones. Y sí, también es un recordatorio al mundo de que las mujeres son capaces de superar todo. Females are strong as hell!

 

Irene del Río Ver todo

Periodista cultureta. Soy la brújula que marca su propio destino.

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