‘You’ (Temporada 2): pero, ¿aún no te has enterado de que Joe no es buen tipo?

La segunda temporada de ‘You’ ha desembarcado en Netflix, la serie que consiguió “enamorar” al público con la historia de un romántico acosador. Joe (Penn Badgley), ese joven librero sensible que sueña con encontrar el amor de su vida y llenar su vida de felicidad, dejaba una historia inquietante tras de sí, la mente de un ser dominante que aparenta ser un cachito de pan. Capaz de llegar a las últimas consecuencias con tal de alcanzar su objetivo. Y, si no aceptas su amor, recuerda que guarda un martillo cerca como arma letal.
El chico no está bien, hay que decirlo. Y eso habría que dejárselo bien claro a las miles de adolescentes que han acabado enamoradas de este extraño y aparentemente adorable personaje. Obsesionado con definir la felicidad de los demás, capaz de investigar y descubrir tu secreto más oscuro. Persiguiéndote en cada esquina, maquinando y para hacerte su amante, alejándote de los demás, educándose en tus gustos para convertirse en un ser ideal. Pero, chicos y chicas, la perfección no existe y las apariencias engañan.
La segunda temporada ha ido más allá en el camino hacia la obsesión. Joe huye de su pasado, del asesinato de Beck y de su posible incriminación. Ahora, debe crear una nueva identidad, dejar paso a un nuevo amor, a Love. Irónico, ¿verdad? Perdido y dejando de creer en el amor, conoce a Love, la nueva chica de sus sueños, risueña y con el recuerdo de un dolor agudo y difícil de superar. Joe lo dará todo por conocer a Love, aprender a amar bien, hacer justicia e intentar parecer “normal”. Aunque, bueno, normal normal…tampoco podía ser. Una vez más la situación se descontrola, Joe (ahora Will), intenta dejar atrás su pasado, pero el miedo contínuo a que vuelva Candance, a que el fantasma de Beck le persiga… y esas extrañas rememoraciones del pasado.
A ver, la serie engancha, no lo vamos a negar. Quieres saber hasta dónde es capaz de llegar este chico. Y además, ahora también tiene una identidad falsa, la ex novia muerta que no está tan muerta, y la locura frívola de Los Ángeles, su nuevo hogar. Esta especie de Dexter que da mucha grima, consigue adentrarnos en su espiral del terror. Y eso es algo que hacen muy bien Greg Berlanti y Sera Gamble. Porque, aunque odiemos a este protagonista (al menos, yo lo detesto), la ficción ha logrado consolidarse, introduciéndonos en la complicada psique de un acosador. ¿Qué se pasa por su mente? ¿Cómo piensa? La voz en off se hace cargo de guiarnos en cada paso. La clave está en normalizar una situación alocada, dando paso luego a una dosis extrema de giros argumentales, atropellando sucesos e irradiando locura.
Sinceramente, creo que una tercera temporada sería un error. El final de la segunda temporada ha sido abrupto, dando paso a lo que ya sabíamos: este chico no va a estar bien jamás. Porque, aunque se coquetee con la redención, con el perdón, Joe sigue siendo muy complejo. El culebrón aumenta, la sangre está por todas partes, lo que parece un camino sin salida, continúa y, al final, los patrones se repiten (también en el guion, que nos lleva a un callejón sin salida después de tantísima locura). Y aunque Love is love, el amor no debería ser tan oscuro. Y, de verdad, ¿aún no os habéis enterado de que Joe Goldberg no es un buen tipo?
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