‘La casa de las miniaturas’, secretos y puritanismo en pleno siglo XVII

A finales del siglo XVII los Países Bajos viven una completa transformación que convertirán al país en una de las potencias europeas donde el comercio será uno de los ejes principales que más se manifestará. Ámsterdam está gobernada por el cuerpo de regentes, una oligarquía que mantiene el control total sobre los asuntos de la vida en la ciudad y en el que los hombres más ricos son lo que tienen la oportunidad de unirse a la clase dominante. En este momento histórico lo normal es que las familias acuerden matrimonios de conveniencia para fortalecer su estatus.
Bajo esta premisa nace ‘La casa de las miniaturas’, una novela de Jessie Burton que consiguió un gran éxito en Reino Unido –fue galardonada con el National Book Award-, adaptada en 2017 a la televisión por el director catalán Guillem Morales para la BBC y emitida ahora en España de la mano de Cosmo.
Narra la historia de Petronella –Nella- Oortman (Anya Taylor-Joy), una joven que, por ayudar a su familia, ahogada por las deudas, acepta contraer matrimonio con un comerciante (Alex Hassell) de un alto poder adquisitivo que pronto hará ver a su mujer que esconde un oscuro secreto. La joven se verá de la noche a la mañana teniendo que lidiar con Marin (Romola Garai), la hermana de Johannes, que hará todo lo posible por hacerle la estancia lo más incómoda posible a su nueva cuñada, y con Cornelia (Hayley Squires) y Otto (Paapa Essiedu), dos sirvientes de la casa que más que servirla la vigilarán.
Como regalo de bodas Johannes le dará a Nella una casa de muñecas que simulará a la perfección la nueva vivienda de la pareja y a la que no le faltará ni un detalle gracias a los encargos que hará la joven al artesano miniaturista, pero pronto se descubrirá, gracias a una serie envíos que ella no ha pedido, los truculentos secretos que esconde la casa de los Brandt y sus propios habitantes.
Se trata de una serie histórica donde el gusto por el detalle salta a la vista, hasta la más mínima nimiedad se cuida para representar a una sociedad burguesa holandesa, como si de un cuadro del mismísimo Rembrandt se tratase, como resultado de un gran trabajo de investigación sobre el comercio, la religión y la sociedad holandesa en pinturas de maestros holandeses, documentos y otros archivos de museos.
Uno de los puntos fuertes de esta miniserie es el haber hecho que la propia casa sea un personaje más, repleta de misterio y oscuros secretos que van interactuando con los personajes conforme la acción va pasando. Y como esta sirve de cárcel opresora en un primer momento para ir convirtiéndose poco a poco en remanso de paz donde sus habitantes pueden ser realmente quienes quieren ser.
Dentro de un contexto donde la religión protestante es muy estricta, la serie denuncia la intolerancia de una sociedad puritana frente a comportamientos más liberales y donde la homosexualidad y la brujería era castigada con la muerte.
Hay que destacar el trío formado por Anya Taylor-Joy, Romola Garai y Alex Hassell que, con sus dotes interpretativas y el juego de miradas que se entrecruzan en más de una situación forman un clima tenso, lleno de misterio y resignación final que es de agradecer ya que traslado al espectador a la situación que está pasando como si fuera un protagonista pasivo.
Categorías
Un comentario sobre "‘La casa de las miniaturas’, secretos y puritanismo en pleno siglo XVII" Deja un comentario ›