The Good Place: ¿qué encontraremos en el más allá?

Eleanor y su tropa nos dicen adiós. La serie de la NBC que podemos disfrutar en Netflix España, ha cerrado tras cuatro temporadas donde el absurdo, el bien y el mal, la filosofía y la sátira convertían cada episodio en un viaje único. Michael Shur, artífice de The Office (US) y Parks and Recreation, sigue dándonos alegrías con su ingenio, poniéndole un final emotivo a su última creación.
¿Hay vida después de la muerte? ¿Cómo es el más allá? Las grandes preguntas de la humanidad intentan tomar forma en una comedia absurda, divertida y llena de conceptos filosóficos. Kristen Bell y Ted Danson son los que toman las riendas de la trama, llevándonos a indagar sobre la importancia de las buenas y malas acciones. ¿Seremos penalizados al morir? ¿Cómo es el descanso eterno?
A lo largo de las temporadas, hemos explorado cómo funciona el concepto del bien y las buenas acciones. ¿Pueden las personas educarse en el camino del bien? ¿Existen las acciones desinteresadas? ¿Cuánto pueden influir nuestras decisiones en la vida de los demás? The Good Place explora las grandes preguntas de la humanidad desde un prisma relajado y cómico, aplicando respuestas simples o alocadas a los grandes porqués del universo. Y eso es lo que lo hace especial. No solo por dosis alocadas y desenfrenadas de humor blanco, sino también por esas pequeñas cuestiones que nos llevan a preguntarnos por la finalidad de la vida.
En la última temporada revisamos el concepto instaurado en el universo del bien y el mal. Y es que parece que no existe un método justo para medir el “karma” de una persona. ¿Hay alguna manera de reeducar a las malas personas para que se arrepientan y puedan ir al lado bueno? El experimento desarrollado en el “ficticio lado bueno” será crucial para salvar a la humanidad. Referencias a la cultura pop adornan la trama, dejándonos actuaciones para el recuerdo como la de Maya Rudolph, ex estrella de Saturday Night Live que nos encandila con su personaje.
En mi opinión, la serie había llegado a un punto en el que no daba más de sí. Tal vez, incluso con una tercera temporada, la ficción habría terminado con un final redondo. La búsqueda del porqué acaba atragantándose con capítulos de relleno, demasiadas vueltas sin un rumbo fijo.
Sin embargo, el capítulo final nos deja un sabor agridulce y real, la esencia de madurez de los personajes, la respuesta a ese “¿qué hay más allá?”. La humanidad sigue buscando un final, un descanso, La Paz. Tahani, Chidi, Eleanor y Jason ponen punto y final a su historia, y lo hacen con un guiño a la bondad del ser humano, a la confianza en el bien. Porque, al fin y al cabo, el lema de esta historia era “El lado bueno”, el encontrar La Paz tras la muerte.
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