‘The Politician’: más risas y alocadas aventuras en su segunda temporada

Payton Hobart (Ben Platt) tenía clara su meta en la vida con tan solo siete años: sería en algún momento de la vida presidente de los Estados Unidos. Tenía un gran plan diseñado con todo lujo de detalles para conseguir su meta gracias a la ayuda de Alice (Julia Schlaepfer), McAfee (Laura Dreyfuss) y James (Theo Germaine), su leal séquito. Pero tras muchos reveses, alguna que otra piedra en el camino y dudosas victorias, todo hacía presagiar que el gran sueño se había truncado. O al menos eso nos dejaban ver Ryan Murphy junto a Brad Falchuk e Ian Brennan, los guionistas de la serie al final de la primera temporada con un Payton borrachuzo y que lo había dado todo por perdido, hasta que sus leales escuderos, con alguna que otra incorporación de última hora, deciden hacerle una intervención.
En la segunda entrega de ‘The Politician’ nos encontramos con un aspirante a politico más maduro -no pidamos tampoco peras al olmo ya que, los juegos sucios, las triquiñuelas y las extorsiones, estarán a la orden del día- que se las verá con Dede Standish (Judith Light) la senadora estatal y su maravillosa jefa de prensa, Hadassah Gold (Bette Midler). Dos grandes actrices a las que Murphy hace brillar dándoles protagonismo como mujeres empoderadas, fuertes y excelentes en su trabajo. Algo a lo que el director y guionista nos tiene ya más que acostumbrados en otras de sus producciones, como con Holland Taylor en ‘Hollywwod‘ ; Jessica Lange, Susan Sarandon o Judy Davis en ‘Feud’ ; o Frances Conroy, Kathy Bates, entre otras, en ‘American Horror Story’.
Salvando las distancias con el elenco principal de Platt, Dreyfuss, Germaine o Boynton, entre otros, y alabando la gran puesta en escena de Judith Light, hay que reconocer que la gran estrella de la segunda temporada, y a la que esperamos ver en las próximas entregas de la serie -está pensada para tener, en principio, cinco temporadas- y en general, en más producciones, es a Bette Midler. Cada vez que la actriz y comediante entra en escena, es imposible dejar de mirar la pantalla.
Pero si algo marca la diferencia en esta nueva entrega, eso son los líos amorosos. Los hay para todos los gustos y para todas las opiniones, abriendose el ‘meloncito’ del poliamor. ¿Por qué está mal visto que alguien pueda querer a más de una persona a la vez?, y si hablamos de un personaje público, ¿debe salvaguardar los intereses públicos a la felicidad de la persona?
En definitiva, si la primera temporada de ‘The Politician’ nos gustó, en esta segunda entrega nos cercioramos de que queremos seguir conociendo como se las ingenian para seguir creciendo en sus aspiraciones políticas y ver hasta donde es capaz de llegar Payton Hobart. Además, que cada capítulo tenga una duración diferente, en función de lo que se tiene que contar, favorece que la serie sea ágil y deje con ganas de más.
Por cierto, aunque el número musical de Ben Platt en la primera temporada con su “Oh, I wish I had a river, I could skate away on”, nos dejase tan buen sabor de boca y las espectativas muy altas en cuanto a nuevos numeros musicales, la versión de ‘Vienna’ de Billy Joel y la canción original del propio Platt, ‘Run Away’, nos siguen dejando esa sensación de que necesitamos más momentos musicales.
Categorías