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Cultura en tiempos de pandemia

CELEBRAR UNA FERIA DE TEATRO EN TIEMPOS DE PANDEMIA.

El sector cultural es uno de los más afectados por las medidas restrictivas y de prevención, arrastra grandes pérdidas y numerosas personas en paro, han nacido movimientos como Alerta Roja que buscan denunciar esta situación y visibilizar la crisis del sector ya que son miles las familias que se han visto afectadas.

Hace algo más de un año cambiaba la vida tal y como la conocíamos, un 14 de marzo del 2020 se declaró el confinamiento y el estado de alarma en nuestro país. Todo cerró, solo los hospitales y negocios esenciales permanecieron abiertos, mientras que la población tuvo que estar encerrada en sus casas.  Fueron muchos días y cada uno pasaba el tiempo de una forma, pero hubo algo que sucedió prácticamente en todos los hogares, se consumió cultura. Ya fueran libros, cine, series, conciertos o teatro online, pero en algún momento del confinamiento todos los españoles consumieron cultura.

Luego vino la desescalada, las restricciones de aforos, de movimientos y con ello las cancelaciones de festivales en verano, pero a pesar de todo hubo algunas citas culturales que se pudieron celebrar, aunque fuera de una manera diferente, adaptada a los nuevos tiempos. Una de ellas es la Feria de Teatro de Castilla y León que se celebró en Ciudad Rodrigo del 25 al 29 de agosto del 2020.

Una Feria segura adaptada a la nueva situación.

La Feria de Teatro de Castilla y León nació en Ciudad Rodrigo, una pequeña ciudad al suroeste de Salamanca. Desde su nacimiento en 1998 ha ido creciendo hasta convertirse es una de las citas obligadas para los profesionales de las artes escénicas del oeste peninsular, con una gran variedad de espectáculos para todos los gustos y una extensa programación infantil.

La Feria de Teatro de Castilla y León es un evento cultural, un mercado que reúne a profesionales (programadores, distribuidores, gestores culturales, compañías…) y público. Durante la última semana de agosto y con una programación extensa dirigida a todos los públicos y un gran número de actividades complementarias, desde encuentros entre profesionales al Divierteatro (actividades de animación teatral para los más pequeños)

Este año la Feria se adaptó a los nuevos tiempos y a las posibles restricciones si aumentaban los casos, los aforos se redujeron al 30%, sin pasacalles, cambiando espacios de interior por exterior y sustituyendo gradas por asientos entre otros cambios. También se redujo el número de profesionales que asistieron, las compañías seleccionadas, pero se aumentó las sesiones de algunas de ellas para que más gente pudiera disfrutar de las obras, también había numerosas salidas de los espectáculos para disminuir las concentraciones y el riesgo de contagio. Con todas estas medidas y más, la Feria de Teatro se pudo celebrar, demostrando que es posible disfrutar de la cultura con seguridad porque la cultura es segura.

Con mucho trabajo detrás, cambiando los planes iniciales y adaptándolos a las normativas que iban saliendo, la Feria de Teatro de Castilla y León salió adelante. La Feria mantuvo el formato presencial (aunque hubo algunas acciones online), con 33 compañías y 5600 asistentes entre público y profesionales (cifras mucho menores a las de otros años debido a las restricciones), siendo todo un éxito, un evento necesario para dinamizar un sector que estaba paralizado y que finalizó sin ningún caso de contagio, demostrando que la cultura es segura. Hoy conocemos de la mano de su director Manuel J. González más sobre como vivieron y sacaron adelante esa edición y la futura que se celebra este año.

PREGUNTA: La Feria de Teatro se ha convertido en una cita importante para el sector cultural y el público en general, ¿Qué balance hace de estos años y qué objetivos tienen para el futuro?

 RESPUESTA: Si, ciertamente la Feria de Teatro después de dos décadas ya se ha convertido en un evento de referencia para el sector profesional escénico, pero también para el público pues combinamos la faceta de mercado de artes escénicas y una parte de festival para promocionar la localidad y el territorio. Según el Observatorio de la Cultura estaríamos entre los diez principales eventos de estas características en todo el país, lo cual tiene un importancia especial para nosotros dado que se realiza en la periferia peninsular, en un entorno rural y con un presupuesto ciertamente pequeño en comparación con otros eventos similares. El balance por tanto es muy positivo, creo que se están cumpliendo todos los objetivos que nos marcamos y de cara al futuro tenemos retos muy importantes como el conseguir más espacios escénicos que permitan crecer a la Feria pero también enriquecer la oferta cultural durante todo el año en Ciudad Rodrigo, el promover más acciones de estimulación comercial, acoger más programas de formación y un aspecto que nos interesa mucho es el lograr articular procesos de trabajo estables durante todo el año configurando una feria expandida, que permita realizar más acciones con la población de Ciudad Rodrigo potenciando la Escuela de Espectadores y creando una Escuela de Teatro, así como acogiendo programas de residencias creativas y de producción escénica.

P: La Feria es clave para Ciudad Rodrigo, ¿esperaban cuándo empezaron qué fuera a alcanzar esta magnitud, ya no sólo a nivel de las compañías y profesionales que asiste, también a nivel de educar y enseñar la pasión por las artes escénicas en los más jóvenes?

 R: Desde el primer momento hemos querido que la Feria fuese un proyecto ambicioso, con objetivos complicados de alcanzar, pero claros y asumibles si trabajamos duro y podemos dar continuidad a nuestro trabajo con recursos. Por lo tanto, si estimábamos que la Feria acogería en su programación a las principales compañías y artistas de nuestro país, si bien lo que más nos agrada es que la Feria sirva para dar a conocer nuevos talentos, para descubrir compañías, reforzar el trabajo de la gente que está empezando y que la Feria pueda servir como prescriptora de mercado.

             Y en cuanto al trabajo de promoción y pedagogía teatral para la infancia y la juventud, hemos tenido muy claro siempre que es una de nuestras señas de identidad, y es un trabajo único que no encontramos en otros eventos de similares características o, por lo menos, hemos sido pioneros en ello. Es muy reconfortante ver la influencia que tiene la Feria en la juventud de Ciudad Rodrigo, y sin su participación y apoyo no habríamos conseguido asentar el proyecto. La pena es que durante el curso muchos de esos jóvenes están estudiando fuera y es difícil dar continuidad a los procesos iniciados todos los veranos; y con los más pequeños nos da mucha rabia no tener más recursos económicos para poder realizar actividades de promoción cultural de una forma más intensa y permanente, como si pudimos hacer hace una década. 

P: ¿Cómo ha sido la experiencia de organizar la Feria de Teatro en tiempos de pandemia? ¿Cuál ha sido el mayor obstáculo/problema que encontraron?

  R: Ha sido una experiencia muy dura y complicada, con mucho desgaste, pero afortunadamente lo más importante es que en nuestros equipos de trabajo ninguna persona ha tenido la enfermedad y por lo tanto podemos dar gracias por estar bien de salud. Ello nos ha permitido manejar toda la incertidumbre que se presentaba, y nos ha tocado repensar mucho cómo hacer las cosas. Hemos rediseñado la Feria varias veces, planificado muchas alternativas distintas en función de que circunstancias nos tocase afrontar, y finalmente fue posible sacarla adelante, gracias también al respaldo y apoyo institucional que ha considerado la Feria de Teatro como un proyecto estratégico y han mantenido su implicación presupuestaria a pesar de que este año movilizaríamos menos profesionales y menos espectadores. Los principales obstáculos han sido el aprender a gestionar la incertidumbre, el adaptarnos a normativas cambiantes y el ser capaces de generar espacios seguros con aforos mínimos que compensen la actividad escénica.

P: ¿Qué balance hace de la 23 Feria de Teatro? ¿Se cumplieron los objetivos? ¿Cuáles fueron las claves para poderla sacarla adelante? ¿El público aceptó las normas/protocolos?

 R:   El balance es muy positivo, y se cumplieron los objetivos incluso por encima de nuestras expectativas. Era muy importante mantener las acciones presenciales siempre que fuera posible, y hemos sido uno de los primeros eventos del país que se han desarrollado en convivencia con la covid. A pesar de limitar el número de profesionales acreditados por la reducción de aforos, hemos mantenido un 60% de los profesionales habituales, y el 100% de las funciones aunque redujimos un 30% el número de compañías, pero doblamos muchas representaciones para dar una doble oportunidad al público y los profesionales de ver los espectáculos. El año está siendo muy difícil, pero con la Feria hemos intentado amortiguar sus devastadores efectos en la localidad. Por ejemplo, desde la Feria se ha facturado con la hostelería local un 72% de los que facturamos otros años, algo muy importante y sorprendente dado que este año se han perdido todas las temporadas de ocupación hotelera.

            Analizamos mucho la situación, modificamos algunas franjas de programación, apostamos por formatos escénicos más versátiles, por programar más a cielo abierto y fuimos muy estrictos en la aplicación de los protocolos covid, que en muchos casos tuvimos que inventarnos nosotros y luego hemos visto que han podido aprovechar otros compañeros en sus localidades; y todo ello se realizó en un tiempo record, pero sin duda lo más interesante fue la espléndida respuesta del público, que mantuvo una actitud de total colaboración y comprensión con las nuevas formas de disfrutar del teatro, pero, sobre todo no nos abandonó y siguió agotando las entradas y acudiendo al teatro. Con precaución, pero no con miedo, entre todos hicimos posible una feria muy especial que dejó muy buen sabor de boca.

P: Desde COFAE, ¿Cómo se ha vivido este último año?

  R: Ha sido un año complicado y con mucho trabajo, pues por una parte teníamos que estar atentos a las necesidades de las ferias asociadas, que son 19, y este año han tenido que afrontan muchos cambios de fechas y reprogramaciones; pero además hemos intentado participar de muchas reuniones y encuentros con otros agentes del sector cultural destinados a reflexionar sobre todo lo que está aconteciendo, así como formular propuestas y soluciones a las instituciones. De este modo ya en el mes de junio se generó un documento con 52 medidas para reforzar nuestro sector, que tiene graves problemas estructurales que se han agravado por las circunstancias actuales.

P: ¿Qué le diría todos aquellos que dudan de la #CulturaSegura?

 R:  Yo entiendo que puede haber personas que sientan inquietud por participar en espectáculos o asistir al teatro, pero lo cierto es que todo el sector escénico y cultural se ha volcado por cumplir escrupulosamente los protocolos de seguridad y prevención, y no se conoce ni un solo brote de contagios asociados a la asistencia a eventos culturales. A veces tengo la sensación de que estamos más seguros en un teatro que cuando vamos a un gran supermercado u otros espacios públicos, en donde los ciudadanos en ocasiones relajamos en exceso las medidas de prevención. Creo que el marcar limitaciones tan estrictas en las actividades culturales, manda un mensaje de alerta e intimidación que provoca miedo en algunas personas, pero la realidad es otra. No comprendo cómo en un teatro de más de seiscientas personas apenas podemos acomodad ciento cincuenta personas, pero luego vemos que en grandes superficies comerciales su aforo máximo son de 900, 1300 o 1500 personas.

P: Este año se celebrará del 24 al 28 de agosto la 24 Feria de Teatro, de cara a esta próxima edición ¿va a haber cambios respecto a la anterior o mantendrán las mismas medidas aplicadas en la última edición?

 R: La Feria dispone de un esqueleto de programación y de actividades complementarias muy sólido, por lo que mantendremos la estructura marco de la Feria, si bien siempre contemplamos introducir cambios que enriquezcan el proyecto y se adecuen a las circunstancias actuales. Sin embargo, este año volverá a ser una edición muy especial, distinta a lo que conocemos de años anteriores y probablemente más parecida a la edición del año pasado, pues las medidas de prevención y protocolos covid aún estarán presentes de forma notable. Es difícil saber aún cómo será este año la Feria, la incertidumbre sigue siendo nuestra compañera de viaje y nos complica la organización, por lo que manejamos todos los escenarios posibles y en el mes de junio tomaremos las decisiones que correspondan en función de la previsión que intuyamos para agosto, pues con la pandemia es difícil tener predicciones precisas.

P: En marzo se cerró el plazo de inscripción de compañías para esta próxima edición ¿Ha habido una diferencia notable respecto a otros años? (número de inscripciones, procedencia, tipos de espectáculos que se presentan…)

R: Hemos tenido un incremento sobre los datos de inscripción de la última edición, pero lo ya hemos superado el tener más de mil propuestas en otras ocasiones. Este año lo que si observamos es un incremento muy importante de compañías de danza así como de compañías procedentes de la comunidad de Madrid.

Muchas gracias a Manuel J. González por su colaboración y nos vemos en los teatros.

Celia Hernández Ver todo

Devoradora de libros, seriéfila, cinéfila y patosa,
Escribiendo historias, soñando despierta y experimentando la ley de Murphy desde 1993.

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