‘Being the Ricardos’: el amor, el drama y la comedia que sacudieron la televisión

Quien dijera que la época dorada de Nicole Kidman fueron los años 90, estaba muy equivocado. La actriz vive actualmente una nueva época dorada en la que le llueven grandes papeles. Es raro no ver una ficción o película actual en la que no haga una aparición. Desde su resurgir gracias a la interpretación de Celeste en ‘Big Little Lies’ todo ha ido viento en popa para la australiana. ‘Nine perfect strangers’, ‘The Undoing’ o ‘Bombshell’ figuran entre sus últimos grandes trabajos, y ya tenemos algunos esperando su fecha de estreno como ‘The Northman’ en la que volverá a encontrarse con Alexander Skarsgard. Sin embargo, otro nuevo papel resultará en la filmografía de la actriz, ‘Being the Ricardos’, el film de Amazon que protagoniza junto a Javier Bardem y en el que encarna a la mítica estrella de la televisión estadounidenses Lucille Ball.

Corre el año 1952 y ‘Te quiero Lucy’ es la gran serie americana. La madre de todas las comedias norteamericanas, el origen de la sitcom. Lucille Ball (Nicole Kidman) junto a su marido Desi Arnaz (Javier Bardem) llevaban las riendas del afamado programa. Sin embargo, dos tormentas están a punto de sacudir sus vidas: las sospechas de Lucille que tambalean su matrimonio y una acusación de ser afiliada al partido comunista. Mientras la sombra de la duda recae sobre sus vidas, ambos deben hacer todo lo posible porque el programa salga adelante, no sin antes convivir con la tensión del que puede ser el final del show más popular de EEUU.
Aaron Sorkin, el mítico creador de ‘El ala oeste de la Casa Blanca’ o ‘The Newsroom’ que volvía recientemente al mundo del cine con ‘El juicio de los 7 de Chicago’, se atreve a contar esta polémica historia que sacudió a la sociedad de los años 50 en EEUU. Una Nicole Kidman bastante convincente, un J.K Simmons siempre brillante y un rejuvenecido Javier Bardem buscan asombrar al espectador con esta apuesta de Amazon Studios, disponible para ver en Prime Video. Y, aunque con dudas, Kidman ha conseguido alzarse de nuevo con el premio ganador, consiguiendo el galardón a Mejor Actriz de Drama en los Globos de Oro.

Sin duda, el estilo de Sorkin es personal, analítico y radica en los detalles, algo que aprecian sus seguidores más afines, pero que al público le cuesta coger. Conversaciones rápida, ingenio y pequeñas ocultos. El dúo formado por Kidman y Bardem acaba convenciendo a la pantalla, sobre todo en los momentos de diálogo más emocionantes donde su intercambio de palabras consigue hipnotizarnos. La australiana transmite a la perfección la ansiedad, la preocupación, sus inseguridad más oscuras. El papel de una mujer adorada por su inocencia y dulzura, pero que esconde la dureza y crueldad de una exigencia continua. Por otro lado, el maquillaje o la caracterización de la actriz parece completamente cómica, excesivamente irreal.
Sin embargo, hay algo que no me termina de convencer, y tal vez sea la continua aparición de Nicole Kidman en los últimos proyectos audiovisuales de éxito. Desgraciadamente, de una forma u otra, buscamos a la atormentada Celeste de Big Little Lies, al igual que resulta repetitivo su protagonismo en diferentes obras. ¿Tal vez sería un momento de escoger mejor los papeles a interpretar? Lo que está claro es que Kidman es capaz de sacar adelante cualquier desafío que se le ponga sobre la mesa.