El final del Juego de Tronos (8×06)

Ha llegado el día. El momento que todos estábamos esperando. Esta noche, Juego de Tronos, la serie estrella de la HBO, ha llegado a su fin. Con ocho temporadas a sus espaldas, la ficción le ha puesto el broche a la adaptación audiovisual de George RR Martin. Y sí, ha dado mucho que hablar. El trono de Hierro se ha puesto a disposición de Poniente, esperando un nuevo monarca al que acoger, y así se ha dispuesto el terreno. Tras numerosos capítulos llenos de disputas entre nobles casas de la civilización, llegó el momento de acabar.

Ahora, el público habla. ¿Ha estado a la altura de las circunstancias? ¿Es el final que merecía una de las mejores ficciones de la última década? Las comparaciones son odiosas, y ya muchos comienzan a especular sobre si está a la altura de otras ficciones queridas por los fans, o ha sido un final estrepitoso comparable a la de otras series de nuestra televisión. En esta ocasión, hay opiniones muy dispares.

En mi caso, creo que ha sido un broche merecido. Hubiera pausado más el transcurso de los acontecimientos, justificando apropiadamente cada suceso. El giro argumental final era esperado, pero no muy evidente, lo que ha conseguido levantar estupefacción entre las masas. Se asientan las bases de un futuro, Poniente seguirá adelante, pero ya no estaremos ahí para ver qué vendrá después.

A continuación, comentamos el capítulo con spoilers.

Tras los acontecimientos del último capítulo, había que tomar medidas. La masacre de Desembarco del Rey había puesto en entredicho la supuesta búsqueda del bien común promulgada por la Madre de Dragones, que acabó arrasando la ciudad a base de fuego de dragón. Las imágenes fueron cuanto menos impactantes, dejando a los soldados completamente estupefactos ante el arrebato de la Reina. Más de la mitad del lugar se derrumbó y cientos de personas perecieron en las laberínticas calles. Y eso, no se podía tolerar.

Tyrion, el temple y la cabeza pensante de la serie, sabía que esto no podía continuar así. Tras ver los escombros de la capital del reino y encontrar los cadáveres de sus hermanos, su traición quedó escrita, arrojando su insignia a los pies de Daenerys y provocando una sentencia final. Jon, quien siempre ha apoyado a la monarca y ha permanecido fiel a su reina, comienza a dudar tras las palabras de Tyrion. No, no es la líder que necesita y hay que pararla. Solo un Targaryen podrá enfrentarse al Trono de Hierro. Y allí mismo, en esa sala tan adorada, Jon Nieve le pone fin a la vida de su amada, bajo la atenta mirada de Drogon, que no puede sublevarse a la voluntad de un Targaryen. Iracundo, y sabiendo que ese símbolo había arrasado con toda su familia, el dragón fundió por completo el Trono de Hierro, dejando a Poniente en entredicho.

Llega pues el momento de transición, de saber qué ocurrirá en Poniente. Al final, las grandes casas y personalidades de la serie, han elegido un nuevo rey. Y sí, es inesperado. Al fin y al cabo, debía ser alguien de indudable merecimiento, con una historia sólida. No podía ser otro que Bran Stark El Tullido. A partir de ahora, los señores elegirán a su líder, al merecedor del puesto. Y así se ha designado un nuevo orden. Eso sí, con otro gran cambio, la independencia del Norte bajo el mando de Sansa Stark.

Jon Nieve exiliado al norte más allá del muro. Arya convertida en una trepidante aventurera. Un gobierno asentándose en el sur. Las huestes de Daenerys viajando a Naath. Y Drogon volando lejos, libre y salvaje tras la muerte de su madre. Aún quedan muchas historias por contarse sobre Poniente, pero esa será otra serie. Los Stark han llevado la justicia al continente y, al fin, ha llegado el verano.